Test de velocidad

¿Qué datos relevantes nos aporta un test de velocidad?

Dependiendo del test de velocidad que hayamos elegido, podremos obtener una información más detallada, como por ejemplo la variación de la latencia entre las distintas pruebas o la variación en las velocidades de subida y bajada. Ten en cuenta que siempre es bueno tener información extra, aunque puedas pensar que es irrelevante.

Por otra parte, estos test también pueden servirte para diagnosticar ciertos problemas de estabilidad, los cuales pueden provenir tanto de fuera de nuestro hogar (nuestro proveedor de Internet) como de nuestro propio equipo.

Por poner un ejemplo, si se detecta un problema en tu equipamiento, es muy probable que puedas solucionarlo rápidamente si se trata de un problema de configuración. Si no tiene nada que ver con la configuración y el test nos señala que hay un componente defectuoso en nuestra instalación, este se solucionará en cuanto contemos con un hardware de repuesto.

También cabe señalar que existen test de velocidad que se configuran para hacer funcionar una red local. En este caso, si estás montando un sistema de almacenamiento en red, podrás comprobar que el servidor y la red intermedia funcionan perfectamente, con velocidades acordes a las contratadas. Además, verás que la red es accesible desde el exterior también con los valores acordes a los contratados. Todo esto elaborará un diagnóstico pormenorizado del sistema.

Desde luego, los test de velocidad son un elemento esencial para poder comprobar si la red funciona de manera óptima en todo el recorrido, es decir, desde el servidor hasta que llega a nuestro equipo, sin olvidar todos los componentes intervinientes que influyen en el funcionamiento y rendimiento final.

Términos con los que debes familiarizarte

Antes de realizar un test de estas características, debes tener en cuenta que es necesario conocer algunos términos que se utilizan en estas apps. Por ejemplo, la latencia que hemos mencionado antes, los Mbps o los Mb/s, la velocidad de descarga o la de subida, entre otros. La velocidad de subida define el tiempo que tarda un archivo en subirse a un servidor externo. Esto es, justamente, lo contrario a la velocidad de descarga que se refiere a la velocidad que tiene nuestra conexión, a la hora de obtener datos de un servidor.

Por otra parte, tenemos la ya mencionada latencia que consiste en la medición del tiempo exacto que tardan los datos en transmitirse y que se mide en pings. Estos pings son los milisegundos que tardan en comunicarse el servidor y el dispositivo. Por lo tanto, cuanto menor sea la latencia, mejor para nosotros, ya que esto significa que la conexión entre servidor y dispositivo se hará en menos tiempo.

En cuanto a la velocidad teórica, esta es la que nos promete el operador que tengamos contratado. Suele ser más alta que la que realmente tenemos y esto se debe a distintos aspectos. Además de los ya mencionados, estos son los otros términos que debes conocer:

• Peak: se trata de los picos de velocidad máxima que se obtienen al realizar el test de velocidad. Aunque no son las más importantes, ya que la que es verdaderamente relevante es la velocidad media.
• Jittter: mide la variabilidad de tiempo durante el envío de pings. No obstante, este dato no suele mostrarse en los test de velocidad, a pesar de que debería de tenerse en cuenta. Es muy importante cuando se trata de conexiones en directo.
• Mbps: se encarga de medir la velocidad de descarga y subida y sus siglas significan megabits por segundo.

¿Qué factores influyen en la prueba de velocidad?

Uno de los factores que más determinan la velocidad de conexión final es, lógicamente, el servidor. Sin embargo, se trata de un elemento en el que no podemos interferir ni ejercer ninguna acción. No obstante, hay elementos en los que sí podemos intervenir para mejorar la velocidad:

1. Dispositivos conectados, aparte del servidor. Si tienes muchos dispositivos conectados a una misma red, es muy posible que la velocidad disminuya, ya que todos están consumiendo ancho de banda. Una solución sería tener menos móviles u ordenadores conectados a la misma red.
2. Si la conexión es por wifi o por cable. No se obtiene la misma velocidad en estos casos. Cuando la conexión es por wifi puede haber momentos en los que sea más débil, lo que reduce la velocidad, por lo que es preferible una conexión por cable, a pesar de que no todos los dispositivos tienen esta posibilidad.
3. Si el PC está llevando a cabo otras tareas en segundo plano, también estará utilizando ancho de banda para llevarlas a cabo, por lo que se reduce la velocidad.
4. Sobresaturación del servidor. A pesar de que tu dispositivo esté optimizado, puede ocurrir que la velocidad sea baja. En estos casos, es aconsejable realizar diferentes pruebas, en diferentes momentos.

¿Cómo funciona un test de velocidad?

Lo primero que debes hacer es descargar un paquete de archivos que deberás subir a tu servidor. Dependiendo de lo que tarden la bajada y la subida, y también según el tamaño del paquete, será posible establecer la velocidad de conexión.

Sin embargo, debes tener en cuenta que, por dentro, el funcionamiento es más complejo. El test no va a quedarse solamente en descargar o subir un archivo. Empezará por determinar cuál es el proveedor de Internet y dónde se ubican los servidores más cercanos de esa compañía. Con esta información, junto con la ubicación del usuario, determinará desde dónde debe realizar la prueba.

Recuerda que este servicio también tiene su propio servidor, desde el cual descargará o subirá algún archivo. En cuanto al lugar donde se encuentran los servidores, debemos decir que este es fundamental para poder determinar hasta qué punto es fiable el test que quieres llevar a cabo. Si se encuentran muy lejos del usuario que va a llevar a cabo la prueba, la velocidad de conexión que obtengas no será buena.

Los test de velocidad suelen disponer de servidores que se encuentran distribuidos en todo el mundo. Muchas veces, pueden llegar a tener varios por país. Otro factor a tener en cuenta es que el servicio, habitualmente escoge automáticamente el servidor que se encuentre más cercano a ti, no obstante, algunos dan la opción de cambiarlo y elegir otro.

Esta posibilidad de elegir la ubicación del servidor resulta inmensamente útil si necesitamos diagnosticar un fallo de conexión existente fuera de nuestra red. Algunos ejemplos de ello serían la rotura de un cable submarino conectado con algún país. También te permitirá comprobar hasta qué punto influye la distancia geográfica en la velocidad de la conexión que estamos evaluando. Es lógico pensar que no será lo mismo estar conectado a un servidor en nuestro país que a uno en China.

Una vez seleccionados los servidores, se comienza midiendo la latencia. Recordemos que se trata del tiempo que tarda un paquete de archivos en enviarse del servidor al usuario y a la inversa. Se envían pings al servidor desde el dispositivo con el que estés realizando el test y se mide el tiempo que tarda en responder. Los mejores resultados se dan cuando este tiempo es bajo, sobre todo si usas Internet para trabajar, hacer reuniones online o videollamadas.

Una vez que este proceso finaliza, se comienza con la descarga de archivos y, después, la subida de nuevo al servidor. Tras esto finalmente se procede a realizar la descarga de archivos y posteriormente la subida de vuelta al servidor. Hay que tener en cuenta que lo que realmente importa es el resultado final, que será la media que se haya obtenido durante todo el proceso. Si, a lo largo del mismo has observado que te aparece un número más alto de lo normal, es lo que se conoce como peak y se refiere al pico máximo de velocidad.

¿Cómo se realiza todo el proceso?

Para empezar a hacer esta prueba, debes elegir la aplicación que te parezca adecuada para ello. Una vez que la tengas, deberás tener también en cuenta una serie de circunstancias, para que el resultado sea lo más acertado posible. Ten en cuenta que los resultados del test se ven como velocidad de bajada o como velocidad de subida, dentro de un círculo que recuerda un poco a los controles de un coche. También debes tener en cuenta desde dónde estás haciendo el test; si es un ordenador o un móvil.

Test de velocidad desde el ordenador

El primer punto que debes tener en cuenta es cómo estás conectado a tu red. Lo mejor es que, si tienes la posibilidad, te conectes con el cable del router. Esto te garantiza recibir la máxima conexión a Internet dentro de lo que tengas contratado. Si no fuera posible, entonces debes intentar ponerte lo más cerca posible del router, ya que de esta forma también te aseguras el mínimo de interferencias.

Si esto no es posible, procura acercarte al máximo de tu router cuando lleves a cabo la prueba de velocidad de conexión. Esto también te evitará cualquier tipo de interferencia que ralentice la velocidad. También debes considerar qué tareas estás haciendo con el ordenador en el momento del test. Procura no tener muchas aplicaciones abiertas o tareas en un segundo plano, ya que todo esto también afectará al rendimiento y arrojará datos de Mbps ficticios y menores a los reales.

Test de velocidad desde un smartphone

Si vas a hacer la prueba desde un smartphone, más o menos debes seguir las mismas indicaciones que las ya mencionadas. Por ejemplo, intentar estar lo más cerca posible del router, ya que en este caso no puedes conectarte al cable. En el caso de hacer la prueba en un teléfono móvil las consideraciones previas son bastante parecidas.

En este caso, sin embargo, las aplicaciones que tengas abiertas en el móvil no van a afectar a los resultados, puesto que los sistemas operativos de los móviles realizan solamente una acción a la vez.

Qué fiabilidad tienen los test de velocidad

La respuesta a esta pregunta, como ya hemos dicho depende de todo lo que hemos mencionado hasta ahora. Es decir, las condiciones en las que se haya realizado la prueba. Debes tener en cuenta, además, que las conclusiones van a depender mucho de las condiciones en las que hayamos hecho dicha prueba de velocidad. La fiabilidad de los resultados se incrementará si realizas este test varias veces, a diferentes horas del día o, incluso, en días diferentes.

Esto es así, porque los test de velocidad hacen uso de grandes servidores para realizar sus comprobaciones. Esto significa que, en muchos momentos del día pueden estar saturados, lo que dará como resultado una velocidad más baja. Al llevarlo a cabo en distintos momentos y hacer varias comparativas, tus resultados serán muchos más fiables.

Finamente, después de tener en cuenta todos estos factores, puedes ver como una prueba de velocidad de conexión puede ayudarte mucho, sobre todo en tu puesto de trabajo. Si después de haber seguido todos estos consejos, te das cuenta de que la velocidad es insuficiente, no dudes en contactar con tu proveedor de servicio, para volver a tener una conexión óptima.

Ya solo tienes que elegir qué aplicación consideras más fiable para llevar a cabo la prueba de velocidad. Intenta elegir una que sea fiable y que tenga buenas reseñas. De esta manera, podrás obtener unos resultados específicos y certeros, con muy poco margen de error.