Energía

Conoce el mercado español de energía

El mercado de los suministros básicos de energía de nuestro país (luz, gas, etc.) puede ser difícil de entender para la mayoría de la población. Aunque todos los ciudadanos tenemos que hacer uso de ellos, no se nos proporciona una formación suficiente para comprender cómo se generan sus pagos.

Por eso, en ocasiones, se producen importantes polémicas, como el tope de gas o la subida de la factura de la luz durante el temporal y las borrascas. Las olas de frío en nuestro país provocan picos de demanda y subastas, que son conceptos que a la inmensa mayoría de la gente le cuesta entender. Lo mismo sucede con los impuestos que se aplican en esta facturación.

Una buena comprensión del proceso de generación de las facturas energéticas es importante no solo para la transparencia de este sistema, sino también para regular las pautas de consumo y no sufrir sustos asociados a cuantiosos gastos inesperados. A continuación, damos un repaso a las claves del mercado energético español. Presta atención, pues lo que vamos a contarte te interesa especialmente.

La provisión energética en nuestro país

Cuando pensamos en analizar el consumo energético de cada hogar o local comercial, hemos de valorar básicamente dos desembolsos. Por una parte, el que vamos a realizar en electricidad. Por otra parte, el que va a llevarse a cabo en gas.

Son, sin duda, los dos suministros, junto al agua, esenciales para poder disfrutar de las mínimas condiciones de habitabilidad en lugares como los que hemos comentado. Las provisiones de electricidad y gas, por otro lado, coinciden en una serie de condiciones que, como cliente habitual de estos servicios, te conviene conocer detalladamente.

Su precio se divide en una parte fija y una variable. A esta circunstancia se suma la liberalización reciente de estos mercados. Sin embargo, en el mercado libre sigue habiendo un porcentaje del importe que está regulado. Asimismo, debes saber que existen diversas empresas prestadoras de estos suministros, por lo que va a ser decisivo, si quieres conseguir un servicio que te compense, que contrastes entre sus diferentes ofertas.

Cuando vayas a elegir la oferta que más te convenga, ya sea de electricidad o de gas, vas a tener que saber interpretar los conceptos que aparecen en sus facturas. Además, también tienes que informarte sobre las fases del proceso que lleva el suministro energético a tu casa, dado que no todas las empresas se encargan de este al completo. Esta circunstancia implica que también puedas escoger entre las condiciones que más te convengan.

En las siguientes líneas, te resumimos las bases sobre las que se asienta el mercado español de provisiones energéticas. Toma nota de ellas.

La electricidad

La electricidad es un servicio fundamental para multitud de tus actividades del día a día. Comenzamos con la iluminación, pero no debes olvidarte de la calefacción o del acondiciomiento del agua caliente sanitaria (ACS). Para cocinar, por ejemplo, vas a necesitar contar con este suministro.

Lo primero que tienes que asimilar es que si tu potencia contratada no excede de 10 kW, hay dos modalidades de factura por las que puedes optar. La conocida como precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC) es la que antes se llamaba tarifa de último recurso (TUR). Su importe va a depender de los precios medios durante el periodo diario de facturación, por lo que, si la eliges, tienes que asumir una cierta volatilidad. Los descuentos del bono social forman parte de este tipo de facturación.

Otra posibilidad es decantarte por las ofertas del mercado libre. En estos casos, vas a abonar un precio fijo, por lo que no vas tener que preocuparte de sus posibles cambios. Más allá de la potencia que tengas contratada, vas a poder pactar con la firma que prefieras las condiciones del suministro.

Es importante que retengas que, antes de que puedas disfrutar de la electricidad, se produce una colaboración entre diferentes compañías, las cuales se ocupan de las distintas fases de este proceso. De la misma manera que esta tiene que ser producida, ha de transportarse (labor de la que en nuestro país se encarga Red Eléctrica), distribuirse y comercializarse.

Seguro que has oído hablar de las grandes empresas generadoras de electricidad. Destacamos, entre otras, la aportación de Iberdrola, Endesa y EDP Energía. Por su parte, la liberalización del mercado eléctrico en 2009 tuvo una consecuencia que, como consumidor, es útil que conozcas. Dio la posibilidad de gestionar la distribución y comercialización de la electricidad con la empresa que prefirieras. Sin duda, se trataba de un avance en materia de capacidad de elección de los clientes.

Si quieres tener claro lo que vas a pagar por la luz, es imprescindible que sepas analizar los principales conceptos de tu contrato. En este aspecto, aparte de la modalidad de factura a la que te adhieres, tienes que controlar sobre todo dos conceptos fundamentales. El primero de ellos es el coste de la energía, que implica cuánto vas a abonar el kilovatio por hora. También tienes que acertar para contratar una potencia máxima que no resulte demasiado alta ni tan insuficiente que puedan saltarte los plomos cada dos por tres.

En el incremento del coste de la tarifa de la luz intervienen también factores como la compensación por el déficit de tarifa y los peajes relativos a la comercialización y distribución. También influyen criterios de sostenibilidad, como la moratoria nuclear y el desarrollo de las energías naturales. Y acuérdate de que puedes apostar por la discriminación horaria para gastar luz, preferentemente, en las horas valle, cuando resulta más barato que hacerlo en las consideradas horas punta (las centrales de la jornada).

El gas

Cuando hablamos de gas, hacemos referencia al natural. El uso de este suministro cada vez está más extendido en España. Su utilización tiene lugar en las mismas actividades que hemos comentado en el apartado de la electricidad. Si no se empleara el gas para estos fines, habría que recurrir, aparte de a la luz, al propano o al butano.

De la misma manera que ocurre con la electricidad, se suceden varias fases hasta que el gas llega a tu casa o negocio. Este, en lugar de ser producido, es extraído. También es transportado y su distribución culmina en tres espacios diferentes: los gasoductos para el transporte, las plantas de gasificación y las áreas de almacenaje. En su comercialización participan diversas empresas que compiten para lanzar las ofertas más atractivas.

Seguimos con los paralelismos respecto al mercado de la luz, de manera que te informamos de que el del gas natural fue liberalizado un año antes que el de la luz, es decir, en 2008. Esta medida acabó conformando dos tarificaciones distintas.

  • El mercado regulado puede ser aprovechado por quienes tengan un consumo por año de menos de 50 000 kWh. Si te encuentras dentro de esta limitación establecida por el Gobierno, que es la que suele englobar a la mayoría de los consumidores domésticos, podrás acceder a la TUR. Sus importes son fijados cada trimestre en función de las subastas de este bien natural. Solo las comercializadoras de último recurso (CUR) están en disposición de presentar estas ofertas. En esta tarificación, por tanto, tiene un peso relevante la Administración pública.
  • Tienes otra alternativa, que es acogerte al mercado libre. Como la utilización del gas natural no es tan frecuente como la de la luz, hay menos ofertas de precios y otras condiciones que en el mercado de la electricidad. Aun así, tienes la opción de escoger entre las que te presenten, por ejemplo, Endesa, Iberdrola, Naturgy o Repsol. Una operación habitual por parte de estas compañías es la aplicación de un descuento a la tarifa regulada.

Por otro lado, apunta esta descripción de los conceptos de la factura del gas que debes comprender. El primero de ellos es el término fijo. Siempre pagas la misma cantidad por él, puesto que es la cuota que debes abonar para conectarte a la red transportadora del producto. Supera, por poco, los 4 euros en la tarifa regulada y los 8 en la libre.

El término variable, por su parte, dependerá de cuánto gas consumas al mes. Cuantos más kilovatios/hora necesites, más te costará. El alquiler del contador supera ligeramente los 2 euros.

En cuanto a los tributos, se aplican el de hidrocarburos sobre el consumo y un 21 % de IVA. Y también pueden llegar a ser cobrados otros servicios ocasionales, como el de mantenimiento, que son cargados en la factura.

Otra cuestión que no debes pasar por alto es la relativa al código único de punto de suministro (CUPS). Se trata de un dato que vas a necesitar, junto al nombre del titular y la dirección, cada vez que tengas que solicitar algún cambio en la prestación del servicio. Lo puedes encontrar en la parte inferior de la factura.

En definitiva, la energía es indispensable para tus planes diarios. Pero no solo se trata de que aprendas a optimizar su uso, sino también de que una evaluación concienzuda de las facturas te vendrá muy bien para pagar menos por luz y gas sin que tus necesidades se vean perjudicadas.