Imagina que compraste una casa hace algunos años y has estado pagando una hipoteca a un tipo variable sin ningún inconveniente. Ahora, sin embargo, los tipos de interés han aumentado significativamente y estás pagando una cantidad inasumible para una persona con ingresos normales.
Cambiar las condiciones del préstamo que pagas por tu casa en este momento puede permitirte obtener una mayor capacidad para hacer mejoras en tu hogar o simplemente reducir el importe mensual.
En este artículo, exploramos en detalle qué es rehipotecar y cómo puede beneficiarte en tu situación particular.
Rehipotecar una vivienda es el proceso de cambiar o actualizar la hipoteca actual de una propiedad inmobiliaria.
Hay varias razones por las que podrías querer constituir un nuevo préstamo sobre tu casa, como obtener un tipo de interés más bajo, cambiar a un tipo fijo o variable que sea más ventajoso, u obtener más efectivo a final de mes, ampliando los plazos de pago.
Antes de que te decidas a rehipotecar, tienes que estudiar si esta es realmente la mejor opción para tu situación económica y personal. Algunas cosas que conviene considerar incluyen la duración de la deuda actual, el tiempo que te plantees permanecer en la vivienda y la capacidad de pagar la casa rehipotecada.
Aunque rehipotecar puede ofrecer algunas ventajas, también hay ciertos riesgos y desventajas que te convendría tener en cuenta.
Si no se puede pagar el nuevo préstamo, esto puede llevar a la ejecución hipotecaria y la pérdida de la casa, piso o chalet. Por lo tanto, es necesario que te asegures de que puedes hacer frente a los pagos mensuales antes de proceder a solicitar un cambio.
Si modificar la deuda bancaria no te parece la mejor opción, hay otras alternativas que puedes estudiar, como refinanciar la hipoteca actual o vender. Para obtener más información sobre gestión de la deuda sobre un inmueble, hay muchos recursos disponibles, como guías online y servicios gratuitos de asesoramiento financiero.
¿Cuáles son las razones comunes para rehipotecar una vivienda?
Una de las razones más habituales es obtener un tipo de interés más bajo. Por ejemplo, supongamos que has comprado un piso hace cinco años con una hipoteca fija al 5,5%. Si después de cinco años los tipos que ofrece tu banco han bajado, aunque en la situación actual es poco probable, podrías buscar una hipoteca al 4,5%. En este caso, podrías volver a hipotecar tu vivienda para obtener un tipo más bajo y ahorrar dinero en intereses a largo plazo.
Otra razón común es cambiar a un tipo de préstamo diferente. Por ejemplo, una persona podría tener una hipoteca de tipo fijo y querer cambiar a una hipoteca de tipo variable para pagar menos en intereses a corto plazo. Sin embargo, debes tener en cuenta que los tipos variables pueden aumentar en el futuro, por lo que hay que pensar cuidadosamente como va a evolucionar la situación económica general.
Por último, algunas personas rehipotecan su piso para obtener efectivo. Por ejemplo, si necesitas dinero para hacer mejoras en tu hogar o pagar deudas, podrías rehipotecar y obtener efectivo al disminuir el importe mensual a pagar. Sin embargo, es importante tener en cuenta que así aumentará el total de la deuda y puede hacer que sea más difícil pagar las mensualidades en el futuro.
¿Qué se debe considerar al evaluar si volver a hipotecar es la mejor opción?
Existen diversos aspectos que podemos tener en cuenta para decidir si llevar a cabo una refinanciación es el paso correcto, como:
- La edad del titular. Llegado el caso no es aconsejable alcanzar la edad de jubilación con importes pendientes, puesto que habitualmente los recursos con los que contaremos son menores.
- El tiempo que planeas tener la vivienda. Si solo te planteas estar durante un corto período de tiempo, por ser una vivienda provisional, rehipotecar podría no ser la mejor opción.
- El tipo de interés actual. Si el tipo de interés actual es cuantitativamente más alto en comparación con los que estamos pagando, es posible que tampoco sea interesante que te embarques en mayores deudas.
- Los costes asociados. Es necesario tener en consideración los costes asociados, puesto que muchas veces se obvian, cuando representan realmente una parte sustancial a pagar en los primeros años.
- La capacidad de pagar. Debes asegurarte de que puedes hacer frente a los pagos mensuales de la vivienda rehipotecada antes de tomar la decisión final.
- Las alternativas de que disponemos. Contempla otras opciones, como refinanciar la hipoteca actual o vender el inmueble, para valorar si es realmente la mejor opción.
¿Cuál es la diferencia entre rehipotecar y ampliar una hipoteca ya constituida?
Hay algunas diferencias clave entre ambas opciones:
Rehipotecar implica obtener un nuevo préstamo para reemplazar el préstamo actual. Esto supone una serie de gastos que tienen que ver con el estudio del préstamo y normalmente llevan su tiempo.
Ampliar una hipoteca implica obtener una mayor cantidad de dinero a través del préstamo hipotecario existente. Al ampliar una hipoteca, el propietario no necesita volver a pasar por el proceso de solicitud de préstamo, sino que simplemente aumenta la cantidad de dinero que ya tiene en su hipoteca, lo cual es más sencillo y económico.
¿Cuáles son los pasos necesarios para rehipotecar una casa?
Los pasos necesarios incluyen:
- Evaluar las opciones disponibles. Antes de rehipotecar, es importante evaluar las diferentes opciones para determinar cuál es la mejor en tu situación actual.
- Hacer una solicitud en la entidad bancaria y proporcionar la documentación necesaria. En el momento en que hayas seleccionado la opción más interesante hay que aportar la documentación necesaria, como información financiera personal.
- Esperar a que se apruebe tu petición. Una vez que se haya presentado la solicitud es necesario esperar a que se apruebe. Esto puede llevar algún tiempo, y es posible que se requiera más documentación o información adicional.
- Firmar el contrato. Después de la aprobación de nuestra solicitud se debe firmar un contrato que detalle los términos y condiciones de la nueva hipoteca.
- Cerrar la operación. Cuando se haya firmado el contrato, se debe cerrar la transacción. Esto puede incluir el pago de ciertos costes asociados, como los costes de notaría o diversas tasas e impuestos.
¿Cuáles son los costes asociados al rehipotecar un piso?
Los costes que se asocian con rehipotecar pueden variar dependiendo de la situación individual y del tipo de préstamo hipotecario que se elija. Algunos de los costes más comunes asociados con rehipotecar incluyen:
- Comisiones de estudio y apertura. Las comisiones son cobros por tratar la solicitud del crédito y se cobran por la mayoría de las hipotecas.
- Tasas públicas. Las tasas son costes por la elaboración de documentos legales necesarios para transferir la propiedad de un inmueble. Como las de registro u otras tasas locales.
- Incremento de la vinculación. La vinculación a través de la adquisición de otros productos es una manera de conseguir rebajar algunas décimas el interés ofrecido en los préstamos, si bien a costa de contratar algún otro servicio financiero.
- Seguros. Algunos tipos de créditos hipotecarios requieren seguros, como el seguro de hogar, que protege el continente y el contenido de la casa. Por norma, las entidades financieras obligan a contratar uno para salvaguardar los pagos en caso de siniestro.
- Costes de cancelación total o parcial. Este tipo de costes recae en las amortizaciones efectuadas para disminuir el importe restante del crédito pendiente. En ocasiones se realizan aportaciones cuando resta poco para terminar de pagar y así cancelar totalmente la deuda bancaria.
Es fundamental tener en cuenta que estos costes pueden variar dependiendo de la situación individual y de la entidad financiera con la que se trabaje. Es recomendable solicitar una lista detallada de los costes asociados con rehipotecar antes de proceder con la contratación, de tal manera que podamos tomar una decisión informada.
¿Cuáles son los riesgos y desventajas de rehipotecar?
Aunque rehipotecar puede ofrecer algunas ventajas, también hay ciertos riesgos y desventajas que conviene considerar. Algunos de estos son los siguientes:
- Comisiones. Una contratación nueva puede involucrar ciertos costes adicionales, como ya hemos mencionado anteriormente. Al final, todos estos importes, sean de la naturaleza que sean, van a incrementar los gastos.
- Mayor importe de la deuda. Rehipotecar puede permitir obtener más dinero en mano, pero en contraprestación la deuda se incrementa.
- Mayor tiempo para pagar la deuda. Cuando cambiamos nuestra hipoteca alargamos el período de amortización, lo que significa que tardarás más tiempo en pagar la deuda completa.
- Riesgo de ejecución hipotecaria. Algunas personas, en una situación financiera delicada, solicitan cambios en su préstamo. Si no se puede hacer frente a los pagos, esto puede llevar a la ejecución hipotecaria y la pérdida de la propiedad.
- Incrementos en los tipos de interés. Los tipos de interés de las hipotecas de tipo variable pueden aumentar con el tiempo, lo que afectará a la cantidad que se paga mensualmente, pudiendo suponer un gasto mayor del que se pueda manejar.
Ten en cuenta estos riesgos y desventajas al evaluar si rehipotecar es la mejor opción para tu situación. Valora no solo tu situación actual, sino también como va a evolucionar tu vida y tu capacidad económica a lo largo de la duración del préstamo.
¿Qué se debe hacer si no se puede pagar la hipoteca rehipotecada?
Si no puedes hacer frente a los pagos mensuales, hay que tomar medidas rápidamente para tratar de evitar la ejecución hipotecaria y la pérdida de la vivienda. Algunas cosas que se pueden hacer son:
- Informar a la entidad financiera. Es importante ponerse en contacto con el banco lo antes posible para informarles de la situación y discutir posibles opciones. La entidad financiera podría estar dispuesta a negociar un plan de reembolso o una modificación de la hipoteca.
- Considerar la reestructuración de la deuda. Si se tienen otros tipos de deudas, como tarjetas de crédito o préstamos personales, es posible que sea útil considerar opciones de reestructuración, como una consolidación de importes o la declaración de insolvencia, para ayudar a hacer frente a los pagos mensuales de la hipoteca.
- Pensar en la venta. Si no se puede hacer frente a los pagos mensuales de la hipoteca y no hay opciones viables de reestructuración de la deuda, puede que la mejor salida sea vender nuestra casa y buscar otra más asequible.
¿Cuáles son las alternativas para rehipotecar una vivienda?
Si pensamos en rehipotecarnos es posible que debamos plantearnos también otras alternativas que pueden ser más interesantes, algunas de ellas ya las hemos mencionado.
- Renegociar la hipoteca actual. Es posible que ante un escenario comprometido podamos negociar con el banco que nos libere de alguna carga asociada con la hipoteca actual, ya sea de tenencia de productos o de compromisos de gasto o inversión.
- Agrupar nuestras deudas. Para evitar una situación de descubierto, muchas personas echan mano de tarjetas tipo revolving que aplazan nuestras compras. Estos productos tienen intereses muy elevados y es posible agruparlos en un solo importe a pagar, disminuyendo nuestros gastos.
- Poner el inmueble en venta. En el momento en que comprendamos que no podemos hacer frente al pago de nuestra deuda, es un buen momento para analizar si nos podemos permitir la casa, piso o chalet y tomar la decisión de buscar algo que podamos pagar.
- Pedir ayuda financiera. Si estamos pasando por dificultades financieras temporales, es posible que sea útil pedir ayuda financiera a familiares o amigos, o considerar opciones de asistencia financiera pública. No es la mejor opción para muchos, pero puede ser la última.
Información adicional
En la actualidad, existen muchas vías para obtener información sobre la conveniencia o no de rehipotecar nuestra casa. Podemos, por ejemplo, encontrar información útil en:
- Las propias entidades financieras. Las instituciones financieras pueden facilitarnos información sobre las opciones de rehipotecación disponibles y los requisitos para solicitar una hipoteca.
- Organismos públicos, autonómicos o locales. Las agencias públicas pueden proporcionar información y recursos sobre finanzas y otros temas relacionados con la vivienda.
- Organizaciones sin ánimo de lucro. Hay entidades sin ánimo de lucro, como asociaciones o fundaciones, que ofrecen información y asesoramiento sobre entidades financieras y otras opciones de préstamo hipotecario.